La zona del vientre es una de las más conflictivas a nivel estético y parece la más difícil de controlar. Sedentarismo, una alimentación deficiente, trastornos en el sistema endocrino, la herencia genética, los ciclos hormonales… son muchos factores que unidos, originan hinchazón. Además, al ser tejido blando y pobre en colágeno es una zona propensa a la flacidez.

Primer paso, una dieta antigrasa

Antes de empezar una dieta, es importante saber si tienes que perder grasa o ganar músculo. En el primer caso, debe ser un médico quien te indique la dieta acorde con tus necesidades. Con frecuencia, el vientre hinchado se debe a dietas ricas en fibra, con exceso de grasa o azúcares y refrescos con burbujas. Se aconseja evitar frituras, reducir las bebidas gaseosas, comer despacio masticando bien, consumir verduras y mucha fruta, pescado hervido o asado y la carne asada o a la plancha, siempre con poca grasa, beber mucho líquido, zumos e infusiones durante el día.

Segundo paso, ejercicios

El ejercicio es fundamental. Se debe practicar al menos media hora diaria de ejercicios aeróbicos. Puedes caminar a paso rápido, correr, andar en bicicleta, abdominales, bailar…

Tercer paso, aliados cosméticos

Junto a un plan dietético y ejercicio diario son el complemento perfecto para tener una figura envidiable. Aplícalos sobre el vientre, cintura y caderas con movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj. Masajea con la palma de la mano mediante suaves movimientos circulares y pellizca ligeramente, sin apretar, la parte alta del abdomen.